sábado, 23 de mayo de 2009

Grisel. Por Spinetta

No debí pensar jamás
en lograr tu corazón
y sin embargo te busqué
hasta que un día te encontré
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena...
Tu ilusión fue de cristal,
se rompió cuando partí
pues nunca, nunca más te vi…
¡Qué amarga fue mi pena!

No te olvides de mí,
de tu Gricel,
me dijiste al besar
el Cristo aquel
y hoy que vivo enloquecido
porque no te olvidé
ni te acuerdas de mí...
¡Gricel! ¡Gricel!

Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar
y como un loco te busqué
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me perdi…
¡Mi vida toda fue un engaño!
¿Qué será, Gricel, de tí?
Se cumplió la ley de Dios

Que amarga fue mi pena
No te olvides de mi
De Tu Gricel
Me dijiste al besar, el cristo aquel
Y hoy que vivo enloquecido porque no te olvide
Ni te acuerdas de mi, Gricel, Gricel
Ni te acuerdas de mi, Gricel, Gricel...
No te olvides de mi, Gricel, Gricel...

No hay comentarios: