jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Estás Enojado?...

...No. No sé. No importa. Necesito dormir. Si lo pienso, me voy a acordar que estaba enojado. Si me enojo no me voy a poder dormir. Tengo que dormir. Igual no me entenderías. Estoy enojado porque no me puedo dormir. Cuando me acuesto pienso en algo que me guste. Durante el día le doy quinientas mil vueltas a cada cosa que me pasa. Cuando me acuesto pienso en vos. Pienso que me sale todo bien. Y me duermo. Si sentía que había posibilidades, imaginaba un encuentro cercano. En un colectivo, un bar u otro lugar. Si estabas lejos de mí, imaginaba un reencuentro en el futuro. Unos meses o unos años más tarde. El contexto cambiaba pero el final era siempre el mismo. Ahora no puedo dormir. En cada encuentro que imagino terminamos peleando. En el mejor que imaginé nos volvemos a ver en un recital, en La Boca, después de tres o cuatro meses sin ningún contacto. Charlamos un poco y nos volvemos en el mismo colectivo. Hablamos bien. Hasta nos reímos. Unos días después arreglamos para ir a tomar un helado. Compramos un cuarto de kilo y lo compartimos. Tengo que bancarme que pidas limón. Mientras charlamos e intento no agarrar limón, mi cucharita se rompe y tenemos que compartir la que queda. Me decís que me extrañás, decimos un par de cosas más y nos besamos y no, esto no es verosímil. No me lo creo. Hace dos horas que estoy acostado, tengo que dormir, tengo que pensar en algo lindo. Lo que sea. Tu boca. Me gusta tu boca. Me gusta tu sonrisa. Dios, cómo me gusta tu sonrisa. Me hubiese encantado poder besarte cuando todavía usabas aparatos. Me encantó verte por primera vez. Tenías puesta una musculosa blanca, unos jeans que no cubrían tus tobillos, una muñequera tipo ajedrez y la boca llena de aparatos. Me gusta tu cuello. Muy limpio, vacío, como para clavarle los colmillos. Me gusta cómo mirás. Hasta me gusta la mirada de tu hermano, porque es igual a la tuya. Me encantó cómo me miraste cuando me dijiste que te tenías que ir y yo te abrí la puerta de casa. Me miraste con desesperación, hasta que te dije que te acompañaba. Me encantó escucharte decir “me gustás”. Me hubiese gustado poder haberte besado más tiempo. Me hubiese gustado poder morderte el labio inferior. Me hubiese gustado haberte podido mostrar que ahora beso mejor que antes. Me hubiese gustado hacer el amor con vos. Me hubiese gustado ser el primero en hacer el amor con vos. Despacio, para que no te doliera. Besándote en la cara con la boca cerrada. Me hubiese gustado acariciarte mucho más la cara. Me hubiese gustado verte dormir. Me hubiese gustado despertarme con muchas ganas de mear y no poder ir porque vos durmieras sobre mi pecho. Me hubiese gustado que mojaras mi remera con tus lágrimas. Me hubiese gustado leer mientras vos hicieras otra cosa, juntos, pero sin necesidad de hablar. Me hubiese gustado que me sacaras una foto. Me hubiese gustado estar escuchando hablar a alguien y mirarnos de reojo sabiendo lo que el otro pensaba. Y ahora sí, me duermo. Mañana empiezo a olvidarte.


Escribió hoy en 14 Me Perdí, Estornudo

No hay comentarios: